Toñi Vicente: ¿engañada o culpable?
Pero parece que ésto nunca se produjo. Algunos mariscadores desaprensivos siguieron con la recolección de estos mariscos, como las vieiras, poniendo en riesgo la salud del consumidor.
La policía seguía la pista de estos mariscadores-proveedores desde hace tiempo, pero fue el fin de semana pasado cuando lograron detener a los trabajadores implicados, justo cuando la conocida restauradora Toñi Vicente se encontraba comprando unas vieiras ilegales, que supuestamente, tenían una toxina que a largo plazo podría producir amnesia. Las investigaciones se centraban, a parte de en los mariscadores, en restaurantes de Santiago, Sanxenxo y Pollo, aunque por el momento, la única persona con restaurante en Santiago identificada en este delito contra la salud pública es Vicente. Marlima I y Marlima II de Sanxenxo, y Casa Ces y Casa Laura de Poio, también son restaurantes sospechosos de haber cometido este delito.
El caso se está instruyendo en los juzgados de Ferrol, donde ya han comparecido Toñi Vicente, que quedaba el lunes en libertad con cargos y los propietarios de los restaurantes Marlima I y Marlima II y Casa Ces y Casa Laura de Poio, en las mismas condiciones. A los mariscadores, sin embargo, no les fue concedida la libertad con cargos y se encuentran en prisión preventiva.
Según fuentes gallegas, el Chef Rivera quita hierro a los cargos imputados a Toñi Vicente por el presunto delito contra la salud pública: "Toñi no es ninguna delincuente, es una colega aunque reconocemos que se equivocó al hacer esa adquisición, eso no lo podemos defender". Justifica el proceder de la restauradora: "A ella le aparecieron unos capachos de vieira viva y lo que hizo fue comprarla para ofrecerle a sus clientes el mejor producto, porque era visualmente buenísimo, estaba fresco y vivo". La vieira gallega no se puede comercializar en estado fresco. Sólo se puede comprar o vender congelada, y después de extraerle las vísceras y membranas.
Pero ¿puede este hecho empañar el prestigio de la cocina gallega ? Reflexionando sobre todo esto, uno se pregunta si se puede confiar en los organismos correspondientes y si realmente hay la suficiente seguridad a la hora de comer el marisco de las rías gallegas.
